Cambio climático y Movilidad sostenible
Nadie discute ya que el cambio climático es el mayor problema con el que tenemos que enfrentarnos en este siglo. Una realidad muy preocupante fruto de una industria descontrolada, el consumismo y la sobrepoblación.
Afortunadamente y para suerte de todos, vamos tomando conciencia y ya empieza a haber legislación que trata de regular y paliar los desastrosos efectos de este desastre ecológico, abordando así la problemática de fondo y endureciendo conductas que perjudican o agravan más la situación.
Y en este encuadre es dónde ha nacido el concepto de movilidad sostenible que adquiere sentido con la aparición del coche eléctrico, el impulso de la bicicleta como medio de transporte y otras figuras como el carsharing.
Para los que no lo conozcan, carsharing es un servicio que promueve el uso compartido del coche para evitar un exceso de vehículos en circulación contaminando y dañando más si cabe, nuestro sufrido ecosistema. Y es que, compartir coche es una magnífica manera de fomentar la movilidad sostenible en un momento crucial en el que o actuamos o ya no habrá vuelta atrás.
Muchas personas optan a diario por moverse en transporte público. De ese modo, evitan los elevados costes de mantenimiento que tiene un coche. Además en la mayoría de ocasiones es más rápido pues son menos vulnerables a los atascos sin contar que evidentemente, no hay que aparcarlos al llegar al lugar de destino.
Carsharing y el coche eléctrico
¿Y qué pasa si no quieres tener coche propio pero lo necesitas en algunas ocasiones porque no te gusta hacer uso del transporte público o no te lleva a dónde necesitas?
Pues lo alquilas! Fácil, económico, rápido y sostenible. ¿Qué más se puede pedir?
Alquilar un vehículo hoy en día es una opción al alcance de cualquier bolsillo y puede solucionarte la papeleta en esas ocasiones en las que en las que precisas de un vehículo para desplazarte.
Hay muchas personas que viven en grandes ciudades y que disponen de medios para moverse mucho más prácticos y rápidos como por ejemplo la bicicleta, el transporte público o la moto y que sólo necesitan el coche para escapadas de fines de semana o vacaciones.
¿Para qué mantener un vehículo todo el año si sólo lo vas a usar cuatro veces contadas?
Es un lujo tonto al que muchos ya han renunciado.
Con el servicio de carsharing ya instaurado en todas las ciudades españolas puedes elegir ese coche que se adapte a tus gustos y necesidades.
Existe una amplia flota de coches y como no, a carsharing ha llegado ya el coche eléctrico y ya se puede disponer de éstos si eres de esas personas que te preocupa el medioambiente y quieres aportar tu granito de arena para evitar más emisiones de CO2.
Carsharing tiene múltiples ventajas y casi podría definirse como un medio de transporte que fomenta la movilidad sostenible así como el ahorro ya no sólo de emisiones de CO2 sino también monetario de sus usuarios.
Y es que, salvo que vivas en un pueblo dónde no dispongas de transporte público y sí o sí necesites coche para tu día a día comprarse uno es un gasto importante que no todo el mundo está dispuesto a incurrir si tiene opciones más económicas y que fomenten la movilidad sostenible.
Sobrepoblación y el agotamiento de recursos
La ciencia avanza a velocidades estratosféricas. Son múltiples los beneficios que con ello obtenemos pero para mí, el principal, es la prolongación de la esperanza de vida.
Hace un siglo tener 40 años ya era casi como ser un anciano y sin embargo, hoy en día con 40 estás en la flor de la vida. ¿Maravilla verdad? ¿Y si os digo que gracias a que la esperanza de vida se ha alargado, entre otras premisas, estamos viviendo un problema de sobrepoblación que está incidiendo en un agotamiento y sobreexplotación de los recursos naturales que está llevando al planeta a la tumba? Pues así de desgarrador es. No hemos sido capaces hasta la fecha de tomar medidas realmente efectivas para paliar este efecto colateral del avance de la ciencia.
Sí que es cierto que se ha empezado a promover la movilidad sostenible, se han regulado las emisiones de CO2 y se están haciendo esfuerzos por ralentizar el cambio climático pero ¿realmente se está haciendo todo lo posible y esperable?
Hay muchos intereses de por medio y sobre todo, mucho dinero en juego. Tristemente, importan más los lujos de pocos que la supervivencia de todos.
El uso de la bicicleta en auge
El uso de la bicicleta ha sufrido un 'boom tras la pandemia debido a que gran parte de la pobliacón tiene miedo al transporte público por las aglomeraciones que se forman.
También, otra causa del efecto del uso de las bicicletas es que la población se está sumando poco a poco a la lucha contra el cambio climático.
Según la APP Strava, su red de ciclistas en España supera los 2.8 millones de usuarios. Entre las ciudades que más han incrementado su actividad con bicicleta están Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla (Barcelona y Madrid doblaron datos respecto a 2019).